Los 10 principios de la felicidad. Por la Maestra Kwan
Yin.
Estimados amigos de medicina de cuerpo y alma quiero compartir con ustedes
estos principios que a mí ha llegado y que hace resonancia con nuestra forma de
vivir, con nuestros deseos y anhelos en nuestro paso por esta vida terrenal. Todos
los seres humanos aspiran llegar a la felicidad, pero siempre sitúan esta
felicidad más allá de lo que tienen en ese momento, la ven como si fuera algo
que tuviera que alcanzarse, como si fuera algo por lo que tuvieran que luchar,
como si fuera algo que llegara justo en el momento en que ellos consiguen hacer
determinadas cosas, pero esta forma de ver a la felicidad, en realidad los
aleja de ella. Pensar que la felicidad se encuentra en algún futuro
indeterminado, implica que ese futuro nunca se va a hacer presente, pues siempre
estará más allá de lo que el propio individuo ha conseguido; sin embargo, la
felicidad se encuentra presente en todo momento alrededor de las personas.
LOS DIEZ PRINCIPIOS DE LA FELICIDAD
l.- Nadie va a darme la felicidad, sólo yo puedo conseguirla. En este
primer pensamiento, el ser humano toma la responsabilidad de su vida e inicia
una búsqueda y un esfuerzo por encontrar eso que tanto busca.
2.- Yo soy un ser único en toda la tierra, nadie me comprende mejor que yo,
y nadie sabe lo que yo necesito mejor que yo. En este segundo principio se dan
las bases para eliminar cualquier ofensa que las personas reciban de parte de
otras; cualquier comentario que deprima a una persona podrá ser nulificado bajo
este principio, ya que la persona reconoce que nadie puede opinar acerca de
ella, puesto que nadie la conoce mejor que ella misma.
3.- Lo que recibo ahora es lo que sembré ayer, y lo que siembre ahora será
lo que reciba mañana. Este tercer principio permite al ser humano reconocer que
los problemas actuales son resultado de acciones incorrectas del pasado, pero
que, por lo mismo, el momento presente es el indicado para ir sembrando un
futuro.
4.- Ni el pasado ni el futuro pueden lastimarme, sólo el presente tiene
valor en mi vida. Entendiendo este cuarto principio, la persona le dará todo el
valor que tiene su momento presente y le restará importancia a los hechos
pasados que le causan remordimientos, y a los hechos futuros que le causan
angustia.
5.- Sólo yo decido lo que debo hacer en este momento. Es decir, el ser
humano entiende que las influencias ajenas son tan sólo eso, influencias, y él
es el único que puede decidir qué hacer en ese instante.
6.- Sólo en el amor y en la paz interior puedo tomar las decisiones
correctas. Es decir, si hemos de actuar en el tiempo presente, tendremos que
hacerlo en paz y con amor, pues de esta manera, las acciones que tomemos
estarán inspiradas en nuestra más alta capacidad tanto de servicio como de
inteligencia.
7.- En mis decisiones tomaré siempre en cuenta el beneficio de los demás.
Es decir, tomaré aquellas decisiones que beneficien a la mayor cantidad de
personas; de esta forma, mi vida se estará encaminando hacia la más alta gloria
que es la de recibir la compensación por el servicio prestado a los demás.
8.- Mi cara es el reflejo de mi estado interior. Es decir, cuidemos siempre
el aspecto de nuestro rostro, adornémoslo siempre con la sonrisa, y que los
ojos se encuentren siempre prestos a mandar una mirada de amor, porque de esta
forma estaremos reflejando la serena armonía de quien ha aprendido a caminar en
el sendero de la felicidad.
9.- Soy un hombre al servicio de la humanidad. Es decir, todo lo que yo
haga, todo lo que yo diga, todo lo que yo piense o sienta, servirá para gloria
de la humanidad, o bien, para perdición de ella.
10.- Yo tengo una misión en la vida, ser feliz y hacer feliz a los demás.
Este último principio da sentido a nuestra existencia, y, a la vez, orienta
nuestros esfuerzos hacia el beneficio de toda la humanidad.